Publicaciones

¿Por qué la empresa familiar necesita un asesoramiento jurídico integral y especializado?

Buena parte del tejido empresarial español está constituido por empresas familiares. Se trata, principalmente, de sociedades de responsabilidad limitada de primera generación, ya que tan solo en el 33 % de los casos la familia consigue pasar el relevo a la siguiente generación de forma exitosa.

Esto se debe, en parte, a las propias características de la empresa familiar, que actúan como arma de doble filo. Representan importantes ventajas a nivel corporativo (cultura empresarial homogénea, visión de futuro unitaria, alineación de objetivos…). Pero también pueden convertirse en un lastre para el desarrollo del negocio (aversión al riesgo, confusión de intereses empresariales y personales, escasa profesionalización de directivos y administradores…).

Sin embargo, el factor que más afecta a la capacidad de crecimiento del negocio familiar es la adecuada planificación de la gestión y transmisión de la empresa. Y ello porque entran en juego factores relativos al Derecho Civil, Mercantil y Fiscal que requieren de la asesoría de especialistas multidisciplinares y con experiencia en la empresa familiar.

¿Cuáles son los principales retos de la empresa familiar?

El reto más importante para la empresa familiar es su transmisión de generación en generación. Ya hemos señalado que solo el 33 % de las empresas familiares consiguen pasar a los hijos, pero es que tan solo el 4 % llegan a manos de la tercera generación.

Fuera de este factor, influye enormemente la proximidad de los socios, que puede llevar a la toma de decisiones en base a criterios familiares y no empresariales, y a confundir los intereses sociales con los personales. En este sentido cabe destacar la aplicación imperativa de normas relacionadas con el matrimonio o la sucesión, que sin duda afectan a la forma de gestión y transmisión de la empresa.

Por último, las empresas familiares encuentran dificultades a nivel fiscal. No solo en su tráfico ordinario (donde sus retos no son diferentes a los de cualquier otra sociedad), sino principalmente a la hora de ordenar un sistema de transmisión eficiente y económico.

Instrumentos de planificación de la empresa familiar y especial mención al protocolo familiar

Gestionar todos estos retos requiere de una adecuada planificación de la empresa familiar. Al efecto existen algunos instrumentos de capital importancia, proporcionados por el Ordenamiento Jurídico:

  • En primer lugar, los Estatutos de la sociedad. Regularán su organización y gestión, pudiendo prevenir importantes problemas en torno a la toma de decisiones y la participación de familiares en los órganos sociales.
  • En segundo lugar, las capitulaciones matrimoniales y el testamento. Ayudarán a evitar que las normas imperativas del Derecho de Familia terminen afectando a la gobernabilidad de la empresa y diluyendo la titularidad de sus participaciones.

Pero para la adecuada planificación de la empresa resulta imprescindible la redacción de un protocolo familiar. Este documento contiene los pactos fundamentales para garantizar que el control de la compañía quede en manos de la familia y que se transmitan los valores y la cultura familiar.

Contenido del protocolo familiar

Las previsiones que puede incluir un protocolo familiar son muy diversas. Por ejemplo:

  • Creación de órganos familiares, generalmente de carácter consultivo, que garanticen la continuidad del proyecto y su conformidad a los principios familiares.
  • Limitación de la transmisibilidad de participaciones, que asegure que el control de la compañía queda en manos familiares.
  • Sindicación de votos, derechos de adquisición preferente, posibilidad de emitir participaciones con derechos políticos mermados o privilegiados… Todo ello con el objetivo de evitar la dispersión del control y el bloqueo de la gestión.
  • Normas relativas a la modificación del protocolo, la disolución o liquidación de la empresa y la disciplina de los firmantes, que garantizarán la utilidad del protocolo hasta el último momento.

Sin perjuicio de entrar en detalles en futuras entregas, no podemos sino recomendar a los socios de empresas familiares que recaben la asistencia de abogados especializados a la hora de instrumentar la planificación de su compañía.

Solo de este modo se pueden gestionar adecuadamente vicisitudes como las disputas entre herederos, las rupturas matrimoniales, la entrada de socios ajenos a la compañía o los conflictos entre socios minoritarios y mayoritarios, garantizando la continuidad y prosperidad del proyecto y salvaguardando unas relaciones familiares cercanas y saludables.