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EL DOMICILIO SOCIAL: Cómo trasladarlo a España

El traslado del domicilio social es una opción que puede considerar cualquier empresa extranjera cuando buscar expandirse a nuevos mercados y aprovechar las ventajas fiscales y de negocio que ofrece España. Este proceso implica el cambio de lugar de registro de la empresa de un país a otro, sin tener que crear la sociedad de 0 en España, algo muy interesante cuando ya se tienen activos en territorio español o ya se ha llevado a cabo algún tipo de operativa como entidad no residente.

Implicaciones fiscales y laborales a considerar

En primer lugar, es importante tener en cuenta que el traslado del domicilio social puede tener implicaciones fiscales y laborales. La empresa deberá cumplir con la legislación fiscal y laboral española, y registrar a sus trabajadores en los organismos correspondientes. Además, deberá nombrar un representante legal en España que actúe como intermediario entre la empresa y las autoridades españolas.

El proceso en sí no es excesivamente complicado, aunque si que es necesario que los asesores españoles deberán trabajar conjuntamente con los asesores extranjeros, puesto que se necesita un acuerdo de traslado redactado en origen, siguiendo la ley aplicable a la empresa, para verificar que con el traslado no se infringe ninguna ley de origen y que la sociedad en el lugar de destino, cumple con todos los requisitos aplicables según legislación mercantil.

Adaptación de estatutos sociales y designación de auditor

Por ejemplo, es importante destacar que el traslado del domicilio social puede implicar la adaptación de los estatutos sociales de la empresa a la legislación española. Para ello, la empresa deberá convocar una junta general de accionistas y aprobar los cambios necesarios en los estatutos, con el fin de adaptarlos a las disposiciones legales españolas. También deberá designar a un nuevo auditor de cuentas, que será el encargado de realizar la auditoría de las cuentas anuales de la empresa en España.

Además, se debe tener en cuenta que el traslado del domicilio social no implica necesariamente el traslado físico de la empresa a España. La empresa puede mantener sus instalaciones y operaciones en el país de origen y establecer una segunda sede operativa en España. Esto puede ser una opción interesante para las empresas que buscan expandirse a nuevos mercados y aprovechar las ventajas fiscales y de negocio que ofrece España, sin tener que trasladar completamente su operativa. Lo que sí que supone, es el traslado del domicilio fiscal, pasando la empresa a tributar según la fiscalidad española.

Recomendación de asesoramiento experto

En conclusión, el traslado del domicilio social puede ser una opción interesante para las empresas españolas que buscan expandirse a nuevos mercados y aprovechar las ventajas fiscales y de negocio que ofrece España.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que este proceso implica cumplir con una serie de requisitos y procedimientos legales, y puede tener implicaciones fiscales y laborales. Por lo tanto, es recomendable contar con el asesoramiento de expertos en la materia para llevar a cabo este proceso de manera exitosa.

Les recordamos que, si tiene alguna duda o desea recibir más información sobre esta nueva figura jurídica, no dude en ponerse en contacto con nosotros.